sábado, 16 de marzo de 2013

Evaluación y mejora: la utilidad de la evaluación



¿Qué debe ser una evaluación del sistema educativo? ¿Se trata únicamente de examinar la realidad? ¿Es un diagnóstico para elaborar rankings? ¿O es un camino para lograr mejoras? ¿La evaluación debe producir recomendaciones para la toma de decisiones? 



Un asunto que suscita posiciones encontradas se refiere a la relación existente entre evaluación y mejora. Algunos evaluadores consideran que su función consiste básicamente en examinar cuidadosamente la realidad que analizan, aplicar métodos y técnicas apropiados para profundizar en ella y ofrecer una descripción y una valoración ajustadas de su situación y estado. Para quienes así piensan, ese es el núcleo de su tarea y ahí acaba su función.

Para otro grupo de evaluadores, en cambio, su actuación no puede desligarse del objetivo último de mejorar la realidad que evalúan. Consideran que la evaluación supone una intervención enérgica, e incluso en ocasiones algo agresiva, ya que busca qué hay debajo de la primera apariencia de las cosas, se pregunta acerca de cuáles son las dinámicas establecidas y la posición de los distintos actores y emite juicios de valor sobre el funcionamiento o los logros de un programa, una institución o un sistema. Por consiguiente, consideran que la contrapartida a esa intervención consiste en comprometerse con la mejora. Obviamente, lo normal (y lo más razonable) es que no le corresponda al evaluador tomar las decisiones pertinentes tras la evaluación, pero es distinto desarrollar la tarea evaluadora poniendo el final del proceso en la entrega del informe de evaluación o en la interacción con quienes deben decidir, por ejemplo.

La posición adoptada al respecto por el evaluador depende en ocasiones del tipo de evaluación que se aborde. No es lo mismo evaluar un programa educativo o una institución escolar que valorar el rendimiento global de los estudiantes de una región o el funcionamiento de un sistema educativo. Mientras que en unos casos la implicación es muy cercana y directa con los actores educativos, en otros es una relación mediada, generalmente a través de los administradores o los responsables políticos. Pero, en uno y otro caso, son muchos los evaluadores que consideran que la evaluación debe tener en cuenta la vertiente de la mejora si no quiere quedarse en un simple, aunque sea valioso e interesante, ejercicio analítico.

Es necesario, no obstante, clarificar esta posición, dejando claro que con ella no se trata de defender la participación directa y explícita de los evaluadores en la toma de decisiones. Por muchos motivos conviene separar ambos procesos y distinguir nítidamente a los responsables de una y otra actuación, pero ello no quiere decir que el evaluador se desentienda de la interpretación que se hace de sus resultados o de las aplicaciones que se realizan de la evaluación para influir sobre la realidad.

Desde este punto de vista, conviene también subrayar que la evaluación no debe pretender dar orientaciones precisas para la toma de decisiones. De hecho, algunos evaluadores se lamentan de que sus conclusiones no son suficientemente tenidas en cuenta a esos efectos. Se trata de una queja derivada de un equívoco, que consiste en pensar que la evaluación debe servir de guía de actuación o, como se dice hoy, de hoja de ruta para el cambio. No obstante, los evaluadores tienden más bien en la actualidad a defender el uso iluminativo de la evaluación. De acuerdo con la misma, la evaluación no tendría como función única o principal la de ofrecer elementos para la toma de decisiones, sino que también cumpliría un papel importante contribuyendo a mejorar el conocimiento de los procesos educativos y arrojando luz sobre los mismos.

Fuente: http://www.evaluacion.edusanluis.com.ar

sábado, 9 de marzo de 2013

Posibilidades!!!!


Firman acuerdo contra la violencia de género en Mao



La Procuraduría Fiscal de Valverde, la diócesis de Mao-Montecristi, la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), recinto Mao; el Centro Universitario Regional del Noroeste (Curno-UASD), la Regional 09 de Educación y el Ministerio de la Mujer firmaron un convenio con el objetivo de contribuir a enfrentar la violencia de género. En el acuerdo, con el que se pretende de forma conjunta aunar esfuerzos, las instituciones se comprometieron a gestionar cursos, talleres, congresos, conversatorios y charlas, a fin de concienciar sobre la violencia de género e intrafamiliar y su prevención, así como a difundir por todos los medios el alcance y la misión de cada institución con la finalidad de contribuir a disminuir este mal.


Además, elaborarán un plan de trabajo con el objetivo de hacer efectivo lo planteado en el acuerdo y accionar en toda la sociedad, con la finalidad de fomentar la integración de las familias, y así lograr la disminución de la violencia de género e intrafamiliar a la mínima expresión. La Procuraduría Fiscal de Valverde se comprometió a recibir en calidad de pasantía de tres meses a los estudiantes de término de las carreras de Derecho, Educación y Psicología del Utesa-Mao y Curno-UASD, que sean debidamente enviados; mientras que estas universidades facilitarán el espacio físico de sus instalaciones y tecnología a fin de realizar actividades que tengan por finalidad la prevención y educación. 

De igual manera, la diócesis Mao-Montecristi facilitará sus parroquias para difundir y prevenir la violencia de género e intrafamiliar mediante mensajes en sus celebraciones eucarísticas y otros medios; en tanto que el Ministerio de la Mujer se compromete a dar asistencia y seguimiento a los casos de violencia de género e intrafamiliar, y atención a las víctimas de manera continua y oportuna en el ámbito legal y psicológico.

Fuente: Listin Diario