El desarrollo humano sostenible
contempla el valor y el respeto a la vida humana, además crea las condiciones
ambientales, para que los seres humanos puedan desarrollar sus capacidades al
máximo. La educación debe brindar a todos/as, esta oportunidad de
ayudar a buscar respuestas a las necesidades de hoy y a las demandas de mañana.
La
formación de maestros/as en la República Dominicana es un compromiso del
Estado; así se establece en la Ley Orgánica de Educación de 1951 y
específicamente en los Artículos 126 y 127 de la Ley 66´97. Desde el año 1879
las instituciones responsables de esa formación fueron las Escuelas Normales.
Las dificultades sociales, políticas y económicas que permeaban la sociedad
dominicana, de alguna manera limitaron el desarrollo de estas instituciones.
A
lo largo de estos años, han surgido instituciones de carácter privado que
incorporaron la Carrera de Educación en sus planes de estudio, para atender
especialmente la formación de docentes del Nivel Medio aun así ha resultado insuficiente
la cantidad proyectada para
satisfacer las demandas educativas, y
una de las salidas durante muchos años fue incorporar bachilleres al sistema
para la labor docente. Aunque se creaban
programas para capacitar y/o titular los/as maestros/as bachilleres, los
avances en la calidad del sistema educativo como consecuencia de estas medidas
no eran significativas y se reflejaba un letargo preocupante en la educación
dominicana.
A
finales de la década de los ochenta y como consecuencia de la Conferencia
Mundial Educación Para Todos, en Jomtien, Tailandia se inicia la formulación del Plan Decenal de
Educación (1992-2002). La intención
decidida de incrementar el desarrollo y la calidad de la educación dominicana
surge en el marco conceptual que sustenta el Plan Decenal, pues se establece el
Primer Programa de Mejoramiento de la Educación Básica. Al amparo de este
programa se inicia el Proyecto de Desarrollo de la Educación Primaria (PRODEP)
(1992-1998), desarrollado en diversas universidades, dirigido específicamente a
Maestros Normales y financiado con un préstamo del Banco Mundial.
En
el año 1993 se diseña e inicia el programa de Profesionalización de Maestros
Bachilleres en Servicio PPMB, con el apoyo de un préstamo del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) al Gobierno dominicano. El mismo se
desarrolló en las 5 Escuelas Normales existente y en 13 universidades en toda
la geografía nacional. Este programa se oficializó posteriormente mediante la
Ordenanza 1´97.
Las
Escuelas Normales participaban en el mismo como instituciones de nivel
superior, amparadas en el proceso de transformación que se venía concibiendo
por recomendaciones de la CORENOR, una comisión que se creó para su
reestructuración y a la luz del Artículo 222 del proyecto de Ley de Educación,
que más tarde se oficializó como la Ley 66´97.
En agosto del año 2000, el entonces presidente de la República emitió el
Decreto Nº 427-00, convirtiendo el Sistema de Escuelas Normales en el Instituto
Universitario de Formación Docente. Los
institutos iniciaron un programa regular de Formación Inicial de Maestros/as de
Educación Básica FIMEB, con 84 créditos y con el bachillerato como requisito de
ingreso. Este fue oficializado posteriormente con la ordenanza 2´97.
Los
programas PRODEP y PPMB, aunque de naturaleza diferente, contemplaban 72
créditos y los/as maestros optaban por el título de Profesorado. Con el
desarrollo de los mismos se creó una cultura de formación entre los docentes;
creció la demanda, se hizo evidente la necesidad de consolidar los logros
obtenidos y crear las bases de
sustentación de cara al proceso de Transformación Curricular que se venía
desarrollando en el sistema educativo. Como resultado de las demandas que
requiere esta sociedad por su ritmo acelerado de cambios, se hizo necesario un
segundo Programa de Mejoramiento de la Educación Básica, para consolidar los
logros del primero y ampliar la cobertura de los programas de formación
ejecutados.
La
Ley 66´97 establece que las actividades de formación y capacitación de los
recursos humanos que demande el sistema educativo estén coordinadas por un
órgano descentralizado de la Secretaría de Educación. Para estos fines, se crea
el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio- INAFOCAM,
cuyo reglamento se establece mediante la ordenanza 6´2000. Esta instancia es la
que promueve y coordina la revisión de los programas ejecutados y el diseño de
propuestas acordes con las necesidades educativas de los/as docentes.
Tomando
en cuenta los esfuerzos citados anteriormente llegamos a la conclusión de que
no han sido suficientes para el Sistema Educativo Dominicano y que es urgente
una reingeniería en la carrera magisterial.
Por: Dra. Lily Rodríguez de Eloy
Fuente: La Información Digital
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